Ya adentro de casa me lo encontré como de costumbre en el ventanal, mis visitas eran un carnaval, el amor que sentía no demostré
Y hoy día me arrepiento profundamente qué daría por acurrucarme al lado, oír sus cuentos, que aún siguen en mi mente, mientras mi vista en su persona anclado.
Sus ojos como el grafito aparecen en mi memoria, de forma constante, qué daría por que luceros se crucen.
Y es que ahora soy un caballero andante, tu reír en mi recuerdo aún estremecen el alma que un día dejaste sangrante.
SONETO
ResponderEliminar“Luceros de plata”
Ya adentro de casa me lo encontré
como de costumbre en el ventanal,
mis visitas eran un carnaval,
el amor que sentía no demostré
Y hoy día me arrepiento profundamente
qué daría por acurrucarme al lado,
oír sus cuentos, que aún siguen en mi mente,
mientras mi vista en su persona anclado.
Sus ojos como el grafito aparecen
en mi memoria, de forma constante,
qué daría por que luceros se crucen.
Y es que ahora soy un caballero andante,
tu reír en mi recuerdo aún estremecen
el alma que un día dejaste sangrante.
Yassine El Gazuani